jueves, 23 de febrero de 2012

GREENFINGERS COMO UNA REGADERA

Como siembres, cosechas.


Cuando contemplaba esta regadera, no sabía que tópico traer como sobremesa, pero recordé una película inglesa basada en hechos reales; Greenfingers, para América Latina, titulada Flower Power como una regadera.
  
Coling Brigss interpretado por Olive Owen y Fergus Wilks por David Kelly, protagonizan la historia de cinco sentenciados, unidos por una misión encomendada por el Director de la Cárcel donde se hallaban purgando sus condenas: cultivar el primer jardín de Edgefield. Lo admirable del suceso estriba en cómo un ser humano, pese haber perdido dirección y sentido de vida, tras una supuesta casualidad  -recibir un curioso y particular regalo en navidad-, su vida se ve profundamente transformada.

Alcanzar el beneficio de la libertad condicional y el amor de Primrose, al parecer, no fue suficiente para Coling. Decide ir tras un sueño, arriesgando todo lo que ni siquiera había imaginado obtener. Mientras se desarrolla la trama, los espectadores se encuentran enfrentados al dilema de tildar al personaje, entre valiente o mentecato ambicioso, pues pasó, de la total apatía a empeñarse en alcanzar el anhelado título del mejor jardinero, compitiendo contra todo pronóstico con la élite de la jardinería inglesa, en el magno evento de la Feria de Jardinería de Hamton Court Palace,  en la residencia de Enrique VII. Recuerde que la cultura inglesa gira en torno a las plantas y todo lo relativo a ellas, de ahí sus flamantes jardines reconocidos mundialmente.

Así como la semillas crecieron en el duro e infértil suelo de la prisión de Edgefiel, la historia verdadera del convicto Coling Brigss, nos enseña entre otras lecciones, a sembrar lo que queremos cosechar.

Escuche del propio actor David Kelly, un breve comentario sobre la película.



20  cm de altura por 13 cm de ancho.
Capacidad 1 litro.

«El que siembra mucho, cosecha mucho»; es un principio bíblico que explica mejor el mensaje de la película recomendada, pero esta encantadora pieza,  es la vívida añoranza en nuestro corazón consistente en entrever familias de antaño, criadas en solares y frugales antejardines, irrigados por ancestrales regaderas. Hoy en día, el encanto y el romanticismo, han sido apocados por modernos sistemas de riego con aspersores computarizados. Tener en nuestro hogar esta pieza nos alienta a seguir teniendo vigentes nuestras tradiciones y nobles costumbres.










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